Una buena bicicleta es, ante todo, una bicicleta bien mantenida. No es de extrañar que un monociclo requiera pequeñas reparaciones sistemáticas si lo utilizas a menudo. Para no tener que ir al centro de servicio con cada cosa, el aficionado al ciclismo debería tener en casa un paquete de herramientas básicas. ¿Cuáles? ¡Ya estamos respondiendo! Te presentamos herramientas ciclistas sin las que no podrás moverte.

¿Qué aprenderá de esta entrada del blog?

  • ¿Qué herramientas de bicicleta debe tener en su taller doméstico?
  • ¿Merece la pena comprar grandes conjuntos de herramientas para empezar?

De un vistazo

Todo ciclista aficionado debería disponer de herramientas con las que realizar el mantenimiento básico de su monociclo. En la lista de imprescindibles de un taller casero de bicicletas figuran una multiherramienta, cucharas para neumáticos, una bomba estacionaria o un compresor y alicates. También son útiles unos guantes protectores y una linterna. Cualquier reparación se verá facilitada por un robusto caballete de servicio, que también puede utilizarse a diario para guardar la moto de forma segura.

Herramientas básicas de bicicleta en el taller doméstico

Aunque no seas un manitas empedernido, tarde o temprano llegarás a la conclusión de que el mantenimiento menor de la bicicleta es más cómodo si lo haces tú mismo, en casa. Cambiar una cámara, engrasar un buje o ajustar los frenos es, en definitiva, algo que todo ciclista debería ser capaz de hacer… ¡y disponer de las instalaciones necesarias para hacerlo en un taller casero! Al fin y al cabo, además de habilidades, se necesitan las herramientas adecuadas. ¿Los tiene en stock?

1. multiherramienta

Una multiherramienta es algo que debe tener no sólo en su taller, sino siempre con usted. ¡En serio! No necesariamente muy elaborada, porque manejar algo que se parece más a una caja de herramientas que a una navaja de bolsillo no es fácil ni agradable. Sin duda, debe asegurarse de que su herramienta multiusos incluye las llaves Allen de 3-6 mm más utilizadas, un destornillador Phillips y una llave Torx T25 para reparaciones de bicicletas.

2. cubos para neumáticos

No hay que engañarse: pinchar una rueda de la bicicleta es bastante normal. Sin embargo, desmontar y montar neumáticos es mucho más difícil que perforarlos. Unas cucharas que puedas enganchar en los radios para hacer palanca en el neumático y llegar hasta una cámara de aire dañada te harán la vida más fácil.

3. bomba estacionaria

Una pequeña bomba de bicicleta es muy útil en la carretera, pero en el taller resultará mucho más práctica una bomba estacionaria grande con manómetro incorporado. Existen varios modelos en el mercado, así que presta atención al rango de presión y a las puntas disponibles en el kit a la hora de comprar. Por ejemplo, el bombeo con mayor presión (del orden de 8-10 bares) es aconsejable en los modelos de carretera, mientras que las bombas de baja presión funcionan bien en las bicicletas de MTB. Si tienes un compresor de coche, puedes utilizarlo con éxito en tu garaje en lugar de una bomba.

4. bridas para cables

El llamado Hay que reconocer que las cremalleras o trípticos no son una herramienta, sino una pieza versátil del equipo de taller. Pueden utilizarse, por ejemplo, para rescatar un cable de desviador roto de forma puntual o para fijar las armaduras de freno a la horquilla o al cuadro. Merece la pena tener un par de trípticos no sólo en el taller, sino también en la alforja con herramientas a mano en la carretera. Cuando coloques la corbata, no olvides cortar el extremo sobrante.

5. alicates con cúter

Los alicates permiten sujetar elementos incómodos, como cables tensados. Para pequeñas reparaciones en la bicicleta, funcionan mejor los que tienen puntas finas que llegan incluso a los espacios más pequeños de la bicicleta. Equipados con un cúter, le permitirán cortar con precisión el cable, la armadura o la abrazadera mencionada en el punto anterior.

Amplíe gradualmente su taller: ¿qué herramientas para bicicletas merece la pena comprar?

A la hora de reparar una moto, los artilugios versátiles también resultan útiles más de una vez en el taller. Si aún no lo has hecho, es esencial que te equipes con una linterna frontal para iluminar las zonas más inaccesibles y guantes de trabajo protectores para que la grasa de tus manos deje de ser tu seña de identidad. Este es, por supuesto, el conjunto básico. Cuanto más quiera hacer usted mismo, más herramientas deberá tener su taller casero. Sin embargo, un juego de este tipo es completamente suficiente para empezar: ¡con él podrás hacer los trabajos más importantes en tu moto!

En lugar de gastarte una fortuna en equipamiento profesional y luego sentirte frustrado porque está en barbecho, date tiempo para completar tu taller casero. Compre herramientas gradualmente a medida que adquiera más habilidades de servicio. Podrás realizar la mayor parte del mantenimiento sencillo con el kit básico estándar y, si echas algo en falta, lo detectarás rápidamente y podrás comprar exactamente lo que necesitas. Con el tiempo, cuando puedas presumir de una buena dosis de destreza, sentirás sin duda que la verdadera aventura de las reparaciones ciclistas “más gordas” te está llamando. Entonces llegará el momento de los típicos artilugios de bicicleta, como alicates para cables y cadenas, un kit de purga de frenos, una llave de radios o… ¡una báscula para bicicletas!

Reparación de bicicletas

Puesto de servicio

Durante algunas reparaciones es fácil dañar aún más la moto. u otros equipos o muebles domésticos en las proximidades. Basta un momento de falta de atención para que un monociclo pueda protagonizar un espectacular vuelco que se cobre un triste tributo. Por no hablar de que reparar una moto balanceándose a izquierda y derecha, teniendo que sujetarla cuando necesitas las dos manos para trabajar, no es especialmente cómodo.

Con la compra de un caballete de servicio, te libras de estos problemas. Modelos como Brutus o Azor garantizan una posición estable y la exposición de la moto. El montaje de la bicicleta es ultrasencillo: basta con introducir la rueda trasera en el caballete para fijarla en los raíles especiales. La moto no se volcará ni aunque la laves con un chorro de agua a presión.

Por supuesto, puede utilizar los soportes no sólo para reparaciones. También es una forma buena y segura de guardar la bicicleta entre viaje y viaje. Así tus dos ruedas tendrán su propio lugar en el sótano, el garaje o el pasillo.

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